«El peor verano de los últimos años» es la frase con la que coinciden los costeros este año, quizás influyó tener ingresos «congelados» y precios que no paran de aumentar.

Este fin de semana de carnaval por fin el panorama es otro: playas repletas, alojamientos completos y un número que esta vez ningún municipio deberá esforzarse en dibujar: estalló el verano y se completó todo.

La alegría seguro terminará rápido cuando finalice este fin de semana largo y la preocupación crece, a tono con tiempos neoliberales, volveremos a escuchar «hay que pasar el invierno» después de todo somos una calesita y la sortija la tienen siempre los mismos.