Hace apenas una semana, el grupo santafesino Canticuénticos celebraba el cierre de una nueva gira por España y el comienzo de sus vacaciones. Un mes libre hasta sus recitales de verano en Buenos Aires (6/2 en La Plata, 7/2 en Necochea, 8/2 en Mar del Plata y 9/2 en la Ciudad Cultural Konex). Pero el arranque de 2025 tenía guardado un giro más. El primer paso retrogrado lo dió el Gobierno porteño bloqueando el acceso y puesto a revisión los contenidos de ESI. Dos días después, el Gobierno nacional aceleraba en su doctrina de protagonismo por los motivos incorrectos y bajaba, por intermedio de la Secretaría de Educación, todos los contenidos ESI del portal Educ.ar. Entre ellos «Hay secretos», una de las canciones de esta banda de música popular para las infancias.

De hecho el tema –incluido en su disco de 2018, ¿Por qué, por qué?– fue fundamental en el descubrimiento de un caso de abuso condenado en Zapala, Neuquén, en 2021. Así fue cuando un profesor de música de primaria la compartió en clase y una alumna de siete años llevó el tema a su casa, donde una de sus hermanas encontró en el mensaje de la canción el impulso para contar que había sido abusada por un vecino. La jueza del caso, Carolina González, incluso reprodujo la canción en la sala de audiencias durante el veredicto.

«Se me ocurrió escribirla mientras filmábamos el video de la canción de cuna ‘Noni noni'», recuerda Hillar. «En ese momento pensé en todas las nenas y los nenes que en lugar de irse a dormir con mimos y ternura, son víctimas de todo tipo de violencias. Hacía falta una canción que intentara ayudar. Pero, ¿cómo elegir las palabras, los sonidos? No sabía por dónde empezar, era un desafío demasiado difícil», se sincera. Días después recibió un mensaje de una trabajadora social de Paraná, Sabrina Medina, quien trabaja en prevención del abuso. «Estaba necesitando una canción para usar como recurso, así que tuvimos un encuentro y volví sabiendo que al fin iba a empezar a escribirla.»

-¿Cómo se creó «Hay secretos»?

-Sabrina me compartió mucha información sobre el tema, principalmente en los ejes en los que se trabaja en prevención. Empecé a escribir la letra y la música al mismo tiempo. Pedía ritmo de vidala, tranquila y profunda. A medida que iba escribiendo, le iba mandando el texto a Sabrina para que lo validara desde su mirada profesional. Busqué que la letra hablara desde un lugar de serenidad y confianza, refiriéndose al abuso pero sin nombrarlo, siempre tratando de que la canción llegue de una manera muy calma y respetuosa. Después Nahuel Ramayo, nuestro baterista, hizo el arreglo instrumental y eligió para la tímbrica sumar guitarra, bombo, flauta traversa, violoncellos y glockenspiel, que refuerzan y enriquecen lo que se está cantando.

-En este primer año de Gobierno no solamente no se vieron políticas de apoyo, acompañamiento y fomento a la cultura y el deporte en las infancias, sino que por el contrario se dan estos ataques, ¿qué reflexión te provoca esto?

-Tanto en lo cultural y educativo, como en lo deportivo, se ve un completo desinterés. Se abandonan las políticas públicas, dejando cualquier iniciativa en manos privadas, sólo accesibles para un sector social privilegiado. Es cierto que no solo no se avanzó en estos campos, sino que se fue destruyendo, mediante el desfinanciamiento o cierre de instituciones y programas, todo lo que estaba funcionando. Creo que reemplazar al Estado por el Mercado deja fuera a la mayor parte de la niñez de nuestro país.

En el estado actual de circulación de la información, retirar una canción o un texto de una plataforma oficial –por más fuerte que resulte en lo simbólico y por supuesto en lo práctico–, no obstante no hace desaparecer esa obra. En cuanto se supo que el Gobierno había deslistado contenidos de Educ.ar, en las redes sociales las familias comenzaron a expresarse. Esa «calle virtual» que en teoría tanto le ha dado a la gestión Milei, que su ejército de trolls y operadores dicen manejar como magos, se había vuelto en contra. Y más a la corta que a la larga, debieron rever la decisión: «Hay secretos» y otra galería de contenidos terminaron siendo restituidos a la base de contenidos.

«Salvo en casos extremos, en los que se censuraron realmente contenidos de la web, las redes sociales tienen esa gran posibilidad: la de poder generar una rápida visibilización de cualquier tema, compartir un contenido y permitir un encuentro virtual de muchísima gente que piensa parecido», celebra Hillar, comunicada con Página/12 en un alto –obligado– a las vacaciones. «Nos conmovió muchísimo ver el nivel de acompañamiento de tanta gente. Cientos de versiones de la canción subidas a historias, cantadas por voces chiquitas y grandes y tocadas por diferentes instrumentos, miles de mensajes de solidaridad desde muchísimos lugares del mundo, cantidad de medios de comunicación ofreciendo difundir. Es emocionante ver el cariño de la gente, pero emociona también ver lo que se puede lograr uniéndose en un reclamo

A futuro, Canticuénticos prepara conciertos orquestales con las sinfónicas de San Juan y de Rosario, shows en Córdoba capital y Capilla del Monte, una tercera gira por México y una séptima por Chile. «En julio, como siempre, vamos a hacer temporada en CABA para vacaciones de invierno, y también Uruguay, Colombia. Además, pronto vamos a subir un EP con cuatro canciones en italiano, entre ellas ‘Hay secretos'», adelanta la cancionista. También siguen componiendo y grabando para su séptimo disco y haciendo crecer sus tres colecciones de libros, que ya agrupan 18 títulos. «Se vienen videos nuevos, y seguimos subiendo a nuestra web material para libre descarga: cancioneros, partituras, karaokes, imprimibles y mucho más.»

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