El objetivo de la Rosada es recaudar unos mil millones de dólares, y para eso está dispuesto a dilapidar incluso varios predios en poder de las Fuerzas Armadas, como el Campo Hípico militar y el Regimiento de Patricios. Lo hará sin pasar por el Congreso, tal como lo hiciera en su momento Mauricio Macri.
El Gobierno tiene en carpeta ponerle el cartel de venta a por lo menos unos 200 terrenos e inmuebles que hoy están en propiedad del Estado, tanto dentro del país como en el exterior. El objetivo es hacer caja fácil y recaudar, según estiman en Casa Rosada, unos mil millones de dólares. La tarea le fue encomendada a los funcionarios de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), por cuyos despachos ya circuló un primer listado con las “joyas de abuela” a dilapidar. Si bien la medida todavía está en etapa de revisión, despertó las alarmas en las Fuerzas Armadas, que se llevarían la peor parte.
En este contexto de una Argentina inquietante, las reservas de oro del Banco Central de la República Argentina salieron rumbo el exterior, enviadas por parte del Gobierno de Javier Milei. La Asociación Bancaria advirtió del envío al exterior de reservas en lingotes cuyo valor alcanzaría los 1.500 millones de dólares. Es incierto el destino del oro y si está suficientemente protegido de un eventual embargo de terceros.
El Banco Central se negó a brindar información sobre este patrimonio público. Argumenta que “cualquier dato vinculado a la ubicación estratégica” de dichos valores “podrá poner en peligro la seguridad de estos activos”.