Milei aseguró que su plan de ajuste «está funcionando» y calicó como un «milagro económico» haber logrado superavit financiero trimestral».
Cuando asumimos el enorme desafío de conducir nuestra nación encontramos un país quebrado y al borde de una hiperinflación. Teníamos un déficit de 5 puntos del producto en el tesoro, un deficit financiero de otros 10 puntos en el Banco Central, teníamos una brecha cambiaria de casi un 200 por ciento entre el dólar oficial y el dólar libre, y un sobrante monetario similar al que teníamos en la previa del Rodrigazo, una de las peores crisis de nuestra historia. Sumado a esto, teníamos una deuda no reconocida con importadores por más de 50 mil millones de dólares y una deuda en pesos por el equivalente a 90 mil millones. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional estaba caído y durante la primera semana de nuestro Gobierno la inflación venía corriendo al 1,2 por ciento diario. Nos enfrentabamos a la peor crisis de nuestro país», afirmó Milei.
Este concepto de superavit fiscal, que parece solo una definición técnica que no hace a la vida de los argentinos, no es ni más ni más que el único punto de partida posible para terminar, de una vez y para siempre, con el infierno inflacionario que fue la Argentina desde la caída de la convertibilidad», afirmó Milei y agregó: «El superavit fiscal es la piedra angular desde la cual construimos la nueva era de prosperidad en la Argentina».
El Presidente destacó la presencia a su lado del «equipo económico, encabezado por el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para anunciar algo que hace tan solo unos meses parecía imposible en la Argentina»: un superavit financiero de más de 275 mil millones de pesos el sector público nacional.
Milei dijo que esa meta fue alcanzada «en contra de los pronósticos de la mayoría de los dirigentes políticos, los economistas profesionales, televisivos, y petardistas tribuneros, los periodistas especializados y buena parte del establishment argentino» y que se logró «de esta manera, y luego de más de casi 20 años, un superavit financiero del 0,2 por ciento del PBI durante el primer trimestre del año.
«Entiendo que la situación que estamos viviendo es dura, pero ya hemos recorrido mas de la mitad del camino. Este es el último tramo de un esfuerzo heroico que los argentinos estamos haciendo y por primera vez en mucho tiempo», aseguró Milei, en un «revival» menemista del «estamos mal, pero vamos bien».
-Tomamos el toro por las astas y anunciamos desde el primer día que con nosotros se acababa el déficit.
-No teníamos tiempo para nuevos experimentos gradualistas y avanzamos en el programa de estabilización más ambicioso de nuestra historia.
-Pese a quienes directamente pregonan por nuestro fracaso para volver al poder, el Gobierno tenía razón y nuestro plan está funcionando.
-Para nosotros, la inflación es un robo.
-No esperen la salida del gasto público.
–La era del supuesto Estado presente ha terminado.
– No hay alternativa más que rendirse a los pies de un pueblo que ha decidido dejar de someterse a la esclavitud.
Algunas de las frases destacadas de la quinta cadena nacional donde no hubo anuncios sobre como sobrellevar la crisis que se está generando con la abrupta caída del consumo debido a los flacos bolsillos de los trabajadores, mientras la inflación en dólares fue récord.