El gobierno municipal de Río Gallegos anunció que reconstruirá el monumento a Osvaldo Bayer y la Patagonia Rebelde, derribado este martes por Vialidad Nacional en un operativo que desató fuertes críticas de organismos de derechos humanos y autoridades locales.
Qué pasó
- Demolición sorpresiva: Vialidad Nacional retiró la estructura alegando que obstruía la visibilidad en la Ruta Nacional 3, a la entrada de la ciudad.
- Sin aviso previo: El intendente Pablo Grasso denunció que no hubo comunicación oficial y que el monumento fue destrozado (la base demolida y la estructura metálica doblada).
- Reacción inmediata: Grasso prometió restituirlo en otro espacio de la ciudad: «Ante este intento del Gobierno Nacional de borrar la historia, somos rebeldes por naturaleza».
El simbolismo del monumento
- Homenaje a Bayer y las huelgas obreras: La obra, inaugurada en marzo de 2023, llevaba la inscripción «Bienvenidx, usted está ingresando a la tierra de la Patagonia Rebelde».
- Reivindicación histórica: Bayer (1927-2018) documentó en «La Patagonia Rebelde» la represión a 1.500 peones rurales fusilados entre 1920-1922, un crimen de lesa humanidad que Santa Cruz busca investigar judicialmente.
Las reacciones
- Gobierno provincial: La Subsecretaría de DDHH de Santa Cruz repudió la demolición, calificándola de «violenta» y un «daño irreparable a la memoria histórica». Exigieron explicaciones al Gobierno nacional.
- Organismos de DDHH: La Comisión por la Memoria de las Huelgas vinculó el hecho con la fecha (cercana al 24 de marzo, Día de la Memoria), acusando un intento de «borrar el pasado».
- Vialidad Nacional: Sostuvo que actuó por seguridad vial, tras un llamado público sin respuesta del «dueño» del monumento, y que la estructura metálica será entregada a DDHH.
Próximos pasos
- Restauración municipal: Río Gallegos gestiona la recuperación de los restos del monumento para reubicarlo dentro de la ciudad.
- Tensión política: El conflicto refleja la puja entre el gobierno nacional y Santa Cruz, que en 2023 declaró los fusilamientos como crímenes de lesa humanidad.
Contexto clave: La demolición ocurre en un año donde Santa Cruz impulsa juicios por la verdad por las huelgas, y mientras el legado de Bayer sigue siendo bandera de la memoria obrera patagónica.