Frente a los empresarios más importantes del país, Milei ratificó que no va a haber devaluación y que no se levantará el cepo en el corto plazo. También despotricó contra los críticos del rumbo económico y aseguró que los salarios le están ganando a la inflación, también habló de «recuperación del consumo».

El presidente habló desde un lujoso hotel de Recoleta donde se dieron cita los principales empresarios del país para una nueva edición del Council de las Américas, allí reveló algunos detalles de su plan para “rediseñar” el presupuesto del año que viene a partir de la meta de “déficit cero”– y dedicó la hora que duró su discurso a describir el plan de ajuste “Es interesante, todo el mundo ve el milagro argentino menos los argentinos” tiró ante su audiencia.

En resumen, el presidente les dijo a los empresarios lo mismo que viene repitiendo casi desde que asumió: que con el plan motosierra “evitamos una hiperinflación peor que la de Alfonsín y un estallido social peor que el del 2001”; que su programa de desguace del Estado “es ocho veces más ambicioso que el de Carlos Menem y lo logramos en apenas seis meses”; que “la inflación es un fenómeno monetario” y que “para terminar con la inflación hay que terminar con la emisión”. También descartó una nueva devaluación, elogió a sus ministros y dijo que el cepo por ahora no se mueve “hasta recomponer el problema de los stocks”, es decir, hasta que termine de aspirar los pesos “sobrantes” de la economía. Lo más parecido a un anuncio fue el plan de “déficit cero” en el presupuesto de 2025 (curiosamente en año electoral), algo que ya había dejado trascender en la previa.

Números de otro país.

Milei aseguró que la inflación núcleo fue del 2,7, debajo del 3,8 del INDEC y además habló de «rebote del consumo» dijo que “subieron un 40 por ciento las ventas minoristas y sin ponerse colorado, aseguró que “los salarios y las jubilaciones le están ganando a la inflación”, un milagro que, cómo el dijo, nadie ve. 

De paso, Milei reiteró sus ataques a los economistas que “no la ven”. “Los que dicen que estuvimos interviniendo la economía se les empastó el cerebro o son directamente idiotas (SIC)”.

Otro momento de furia llegó cuando en el auditorio sonó un teléfono celular. “Hay algo sonando”, dijo Milei y levantó las cejas, lo que provocó silencio. Salvo en esos tramos en los que subió el tono, el resto del discurso fue leído, incluida la introducción con los agradecimientos. Antes de irse, el Presidente se fundió en un abrazo del lobby del Alvear con Natalio Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y anfitrión del encuentro.

Grinman, a su turno, había sido elogioso con Milei y resumido con una frase el sentimiento del auditorio. “Estamos en una situación sin dudas difícil. La actividad económica en Argentina se encuentra deprimida y la pobreza registra valores escandalosos. Pero pese a eso, tengo la convicción de que en sus primeros meses, la actual gestión nacional dio inicio a un camino de transformación, tan necesario como tantas veces postergado”, dijo.

Gobernadores alineados

Por Recoleta también pasaron Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza; Ignacio Torres, de Chubut; Carlos Zadir, de Jujuy, y Rolando Figueroa, de Neuquén. Los cuatro fueron consultados por el RIGI. Cornejo habló en representación de las provincias gobernadas por sectores afines al oficialismo: «El RIGI es una gran herramienta para las inversiones, pero es insuficiente», dijo y reclamó «una baja de impuestos general, no sólo enfocada en algunos sectores en particular».

Zadir dijo que su provincia ya implementó a nivel local la ley y que él está de acuerdo con mantener las regalías mineras en un tres por ciento, pese a que la Ley Bases lo habilita a subirla hasta un cinco. 

Figueroa no dejó pasar la oportunidad de chicanear al centralismo porteño. Jorge Macri, más temprano, había abusado de su tiempo de exposición, por lo que el panel de gobernadores tuvo que ajustarse el reloj. «Nos pidieron que seamos breve porque el intendente de la CABA se llevó mucho tiempo. Las provincias siempre estamos relegadas. Pero mejor que decir es hacer», soltó.