Máximo Kirchner encabezó un acto en el Club Atenas de La Plata, con fuerte presencia de La Cámpora, la predecible ausencia del gobernador y críticas a Javier Milei. «Es imposible que los argentinos de bien acompañen un saqueo», dijo sobre el presidente. Pero en los más de 70 minutos de discurso se centró en la interna. «Hay muchos adentro que no se la aguantan a ella porque no tiene miedo. Y hoy en el peronismo hay muchos dirigentes con miedo», aseguró Kirchner, al tiempo que exclamó «basta de Sciolis, hay que construir desde abajo».
«Tenemos claro todos la situación de nuestro país y que millones de argentinos y argentinas sufren a diario», comenzó el líder de La Cámpora. Habló, al igual que Cristina, de «un tinte distópico» y criticó el RIGI: «Estas políticas vienen, arrasan y se van«.
«La traducción sería que la única manera de tener un futuro como país es que su pueblo viva de manera indigna. Si un pueblo vive de manera indigna, no hay país”, lanzó. «Si nuestro pueblo tiene hambre y se llevan nuestros gastos, nuestro petróleo, la minería, el oro y la plata, es saqueo”, agregó.
Máximo Kirchner también habló del avance del Gobierno con la privatización de Aerolíneas Argentinas y destacó el valor de la línea de bandera, especialmente para las provincias más alejadas.
“No hay que enojarse, compañeros y compañeras. Hay que dejar de patalear, hay que ponerse a construir, a seguir construyendo, a organizarse”, dijo al referirse a la necesidad de un armado colectivo organizado.
«Si yo hoy puedo estar acá, hablando, convocando a pensar, es porque miles de ustedes, todos los días, trabajan, estudian, se esfuerzan y también le dedican un tiempo a construir para los demás”, afirmó. Insistió en que el debate y la discusión son fundamentales en la militancia, y subrayó que “nadie se puede enojar y ofender” en un espacio donde las ideas deben confluir.
Kirchner también hizo una reflexión sobre el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, criticando a quienes se quejan por no haber sido elegidos por ella. “Si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, ¿Qué nos queda a los que no hemos sido señalados y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer?”, se preguntó. Además, recordó cómo la expresidenta enfrentó los momentos más difíciles de su vida con fortaleza, afirmando que “un dirigente no es víctima”.
“Un dirigente se propone a sí mismo a la sociedad que asume las responsabilidades y busca sintetizar y conducir al conjunto. En ese momento salió para adelante y entendió también que era momento de producir una oxigenación en la política argentina y le dio lugar a miles y miles de pibas y pibas para que se involucraran en el destino de su país”, agregó.
También dijo que hay peronistas que «no se la aguantan a Cristina» y que tienen miedo. «Había muchos sectores dentro que no se la aguantan, que no se la aguantan a ella. Hay muchos adentro que no se la aguantan a ella porque no tiene miedo. Uno de los problemas que tenemos hoy en el peronismo es que hay muchos dirigentes con miedo y en vez de asumir ese miedo, prefieren… bué«, señaló.
Además, salió al cruce de los cuestionamientos a su madre. «Ahora resulta que Cristina no puede hablar porque eclipsa a otras figuras…», contestó con sarcasmo.
Hubo nombres en el aire. Les habló a Mayra Mendoza y a Wado de Pedro, ambos de La Cámpora. Hubo aplausos. También fue correspondido el saludo a la distancia con Anabel Fernández Sagasti, que recibió cariño a pesar de estar en Mendoza y no presente en el club Atenas.
Pero todo cambió con otro apellido: el de Daniel Scioli, candidato a presidente en 2015. Llovieron chiflidos y gritos al escuchar el nombre del actual secretario de Turismo y Deportes del gobierno de Milei.
«No, no… Scioli perdió porque nosotros no militamos por él», ironizó Máximo K. sobre las críticas. Y respondió: «El que no militó nunca fue él, y eso fue el problema. ¡Acá siempre se milita!».
A su vez, hizo un reconocimiento para Wado de Pedro, presente en el acto: «Para mayo y junio de 2023, teníamos claro que había que ofrecer una opción electoral. Lamentablemente, había quienes dudaban entre Scioli y Wado. ¿A ustedes les parece? Miren dónde está el compañero, miren dónde está Scioli, y nos vienen a pedir autocrítica. ¿Por qué no hacen una autocrítica una vez por todas?»
«El compañero salió a caminar todos los días, superándose y aprendiendo. Aunque hubo un sector que no cedía con la candidatura de Scioli, hubo que hacer un firulete. Con todo el dolor del mundo, el compañero aceptó la instrucción de la conducción, porque tener conducción significa acatar tanto cuando dicen que sí como cuando dicen que no. Si no, cualquiera». añadió