La recaudación impositiva de julio alcanzó a $ 11,9 billones y registró una caída de real de 9% con una floja performance de los tributos vinculados al consumo interno, lo cual demuestra la debilidad de la actividad económica.

Los ingresos tributarios estuvieron sostenidos por un fuerte incremento de los derechos de exportación y el Impuesto País, que se debiera terminar en diciembre.

El ministro de Economía Luis Caputo ya avisó que la plata de julio no le alcanzó para cubrir los gastos operativos del Estado y los pagos de deuda. En consecuencia, habrá superávit primario, pero luego de la cancelación de pasivos habrá déficit financiero «por primera vez desde la asunción de Milei» aseguran desde el gobierno, aunque para lograrlo, el estado hizo un gran ajuste en áreas sensibles como salud, ciencia y trabajo, mientras evitó pagar algunas cuentas que tiene pendientes.

Caputo aseguró que este desfasaje es transitorio y que en agosto se recuperará el equilibrio fiscal. El jefe del Palacio de Hacienda apuesta a una mejora de los ingresos por la aplicación del paquete fiscal (reversión del impuesto a las Ganancias entre otros puntos y aporte del blanqueo y moratoria).

Entre los tributos de mayor peso por volumen, el IVA sumó $ 3,7 billones, que descontando la inflación significa una baja del orden de 11%. Esta caída muestra que la actividad interna aún se mantiene en niveles muy bajos, relativizando los anuncios de rebote que expresan algunos sectores muy definidos como el agro, después de la sequía récord del año pasado o energía.