“Vendo leche Vidalac”, dicen tres anuncios de diferentes usuarias de Facebook en Marketplace, la sección para compras y ventas de la red social. Ofrecen cajas de leche en polvo que llevan el sello “prohibida su venta y/o comercialización”. Es la leche de la misma marca que hace menos de 24 horas el Ejército argentino descargó en el centro Conin de Las Heras Mendoza y que estaba destinada a comedores y merenderos. Las vendedoras responden comentarios, dejan sus número de teléfono y una, incluso, ofrece repartos a domicilio. Esta última vive en el barrio 26 de enero, ubicado a tres minutos en auto, por la calle Lisandro Moyano, de la fundación que dirige el polémico Abel Albino, un pediatra del Opus Dei que niega el uso del preservativo en la prevención del VIH.
El problema detrás de esto es que Conin no tiene la logística necesaria para distribuir tanto volumen de alimentos. Tampoco las herramientas para controlar que no sucediera lo que está pasando. Entonces, en Mendoza, al igual que en otros puntos del país como el AMBA y Rosario, la fundación de Albino pasó de relegar a piqueteros y organizaciones sociales a pedirles ayuda.
Mientras tanto el contexto social es alarmante: cada vez más familias tienen dificultades para llevar un plato de comida a la mesa.