La votación resultó igualada, con 36 senadores a favor y en contra, y fue la vicepresidenta quien con su voto inclinó la balanza a favor del Gobierno. En la aprobación en particular se cristalizarán los cambios que el oficialismo tuvo que aceptar para poder avanzar con ley. Cacerolazos como protesta en distintas ciudades.
La sanción en general del proyecto tuvo 36 votos a favor y 36 en contra. Finalmente, la presidenta de la Cámara Alta tuvo que dar su voto final para definir el resultado.Antes de dar su elección, Villarruel aprovechó la ocasión para bajar su propia línea y respaldar la represión: «Hoy vimos dos Argentinas: una que incendió un auto, que arroja piedras y que debate el ejercicio de la democracia. Y otra, la de los trabajadores que están esperando con profundo dolor, que se respete la votación que en noviembre de 2023 eligió un cambio».
¿Panqueques?
Dos senadores peronistas son los que vienen asegurándole al oficialismo los 37 votos que precisan para aprobar la norma. Se trata del entrerriano Eduardo Kueider y el correntino Carlos «Camau» Espínola, integrantes del bloque díscolo de Unidad Federal, que no responden a ningún gobernador y con una historia de idas y vueltas tejiendo acuerdos personales.»Hay dos senadores que entraron por la boleta de Unión por la Patria al Senado que sin lugar a dudas si votan a favor de la ley bases van a ser traidores no solo a la elección, si no al mandato popular que tienen», les reclamó en la tarde del miércoles la diputada de Unión por la Patria, Cecilia Moreau, para recordarles la boleta con la que fueron elegidos. Espínola en las legislativas de 2021 y Kueider en las de 2019.Kueider fue protagonista del primer paso necesario del Gobierno para avanzar en la Ley Bases, el dictamen conseguido en la noche del 29 de mayo; en medio de un cuarto intermedio de las comisiones y con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, llegando a negociar cara a cara. El entrerriano se mostró dialoguista desde el principio del debate en comisiones, pero esperó a última hora para no ser quien le diera al oficialismo la firma final. Cuando Francos consiguió las firmas de la senadora Guadalupe Tagliaferri (PRO) y la de José Carambia (Por Santa Cruz), la de Kueider se sumó su firma «en disidencia» para el objetivo oficialista.El senador consiguió en febrero la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales, con el aval de la vicepresidenta Victoria Villarruel, pero se opuso al DNU 70/2023, cuando pasó por el Senado. ¿Cuál era la carta de negociación de Kueider con el Gobierno? El rumor que corría por los pasillos y en las crónicas legislativas se confirmó este miércoles de votación. El presidente Javier Milei emitió, con fecha de ayer y vía de DNU, un decreto que crea tres nuevos puestos Comisión Técnica Mixta de la represa Salto Grande y, según reveló el medio LPO, el acuerdo es que se lo repartan entre Kueider y el gobernador Rogelio Frigerio (PRO) para tomar el control de la represa.
El presidente del bloque de Unidad Federal es el correntino «Camau» Espínola, quien tampoco tiene un gobernador provincial al que responder. La provincia del litoral está en manos del radical Gustavo Valdés. Pero sí tiene una historia política ligada al peronismo e incluso al kirchnerismo, a pesar de su alejamiento actual.El correntino y medallista olímpico en Yachting debutó en la política como intendente de la Ciudad de Corrientes, entre 2009 y 2013; desde donde saltó al gobierno nacional, cuando fue Secretario de Deportes en el cierre del segundo mandato de Cristina Kirchner, entre febrero de 2014 y diciembre de 2015. Desde entonces, saltó al Senado y ocupaba una banca por Corrientes, que renovó en las legislativas de 2021 con el sello del Frente de Todos.Esa candidatura de Espínola fue un acuerdo avalado por Sergio Massa y la entonces vicepresidenta y titular de la Cámara alta Cristina Kirchner, quien durante la gestión de Mauricio Macri en la que fue senadora no contó con el respaldo de Espínola. El correntino, tras ganar su banco en el Senado en 2015, se alejó de Cristina y se alió con Miguel Ángel Pichetto para garantizar la gobernabilidad del macrismo.Tras la victoria de Alberto volvió a las filas oficialistas del peronismo hasta la nueva ruptura marcada en febrero de 2023 con la creación del bloque que preside actualmente. En diciembre, Espínola se pronunció en contra del DNU 70/2023 de Milei y en marzo votó en contra en el Senado. Se espera un voto distinto para la Ley Bases.La interventora del PJ en Corrientes, la ex diputada y funcionaria bonaerense Teresa García, le envió un claro mensaje: «Que ‘Camau’ vote en contra, que vota a favor de los correntinos, pero si no lo hace, y él que avisa no traiciona, esta intervención le vas a pedir la desafiliación. No es ético, ni políticamente correcto votar a favor de un gobierno que hambrea a los argentinos; eso no es peronismo».
Ni Scioli, ni Pichetto ni tantos otros se fueron ni han sido «invitados» a irse, aunque hoy sostengan este gobierno o fueran fórmulas electorales de otros, en un país con una clase dirigente que marca el reflejo de la realidad.