Compartir un asado con familiares o amigos es cada vez más inalcanzable en la Argentina de Javier Milei. Así lo refleja el último informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario que analiza consumo de carne en el país y alerta de un desplome en los indicadores hasta el nivel más bajo en más de 100 años.

Para el 2024 «se proyecta que el consumo anual (de carne vacuna) por habitante promedio sea de solo 44,8 kilos, por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos», indicaron los economistas Franco Ramseyer y Emilce Terré en un lapidario informe difundido por la Bolsa de Comercio de Rosario. Estas cifras también se ubicarían por debajo de piso histórico de consumo de carne: solo 46,9 kilos por habitante para el año 1920.

Otro dato que describe el alarmante panorama del consumo de carne en Argentina es que entre enero y mayo de este año el 69% de la producción se destinó al mercado interno, frente al 75% del año pasado y lejos del 85% promedio de lo que va del siglo. «La producción de carne bovina se encuentra en valores mínimos desde al menos 1990«, aseguraron los economistas en el reporte.

La contracara de este menor consumo interno es un incremento en las exportaciones. Según datos de la Secretaría de Bioeconomía, entre enero y mayo se despacharon 385.000 toneladas de res con hueso, un 10% más que en 2023 y el volumen más alto de la serie que comienza en 1990.

«Sin embargo, medido en valor, la exportación solo crece 1 %, ya que los precios promedio de exportación cayeron 8 % respecto a los primeros cinco meses del año pasado», aclararon los autores del informe.

«El promedio de los últimos 10 años es de 1,7, lo cual significa que la carne vacuna está más costosa que lo usual respecto de sus sustitutos, siendo este uno de los factores que explican la pérdida de participación relativa del consumo de carne de vaca contra el de cerdo y pollo», detallaron en el informe.