En poco más de cuatro meses, la venta de medicamentos de venta libre se redujo un 35 por ciento, mientras que en la categoría de recetados, la comercialización bajó un 21,5 por ciento; a lo que se suma el desfinanciamiento de laboratorios públicos. Todo esto redundó en un aumento de precios de los remedios que ya duplicó a la inflación, detalló el titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), Marcelo Peretta.
Hay un fuerte enfrentamiento entre farmacéuticos y laboratorios porque están abusando de su condición dominante, oligopólica, para aumentar los medicamentos por encima de la inflación. Todo esto, sin importarle condiciones importantes: a) si la gente los puede pagar; b) si los tratamientos se cumplen o no y eso deriva con un incumplimiento terapéutico y c) si la farmacia baja su rentabilidad y por lo tanto se funde o no puede pagar los sueldos. Estas cosas no les importan y encima tienen el aval del Gobierno, explicó a la radio de Buenos Aires El Destape.
Al ser consultado de donde viene este «aval»Marcelo Peretta afirmó:
–El decreto 70/23, capítulo 11 (Farmacéutico), autoriza a los laboratorios a hacer lo que quieran, como aumentar los precios sin control. Vienen duplicando el nivel de la inflación solo en lo que va del gobierno de Milei. El Gobierno incluso les limpia la cancha, porque el decreto busca desfinanciar y cerrar a los laboratorios públicos, con lo cual ni siquiera aceptan competencia. Ya están bastante oligopolizados en sector privado y, encima, no quieren que un pequeño grupo de laboratorios, que no es más del 10 por ciento, que son públicos y producen para ciertas intendencias que son más carenciadas y no tienen los recursos, pueda operar. Ni siquiera permiten eso. Entonces, por un lado, ves el decreto 70, y después las críticas a las prepagas del ministro de Economía, Luis Caputo, del propio presidente Milei y su vocero Manual Adorni y, mientras, no dicen absolutamente nada del precio de los medicamentos, que es el 40 por ciento el costo de las empresas de medicina privada, se ve una fuerte inconsistencia.
«Al paciente le da vergüenza reconocer que no los puede pagar. Viene, consulta por una receta, donde a veces hay tres o cuatro medicamentos recetados y te dice: ‘bueno, dame uno’. Lo que se llama técnicamente una receta caída. Es un tema que hace a la Salud Pública. La caída de los medicamentos en venta libre no es tan preocupante, porque no están sujetos a un tratamiento. Pero si el paciente no toma medicamentos recetados es clara la consecuencia: la enfermedad se recrudece.» aseguró.