Se interrumpió el suministro en estaciones de servicio de GNC en diferentes zonas del país, al tiempo que la demora en una compra de de gas natural licuado (GNL) por parte del gobierno de Milei genera también cortes en el abastecimiento a grandes industrias, incluso a algunas que tienen contratos no interrumpibles.Córdoba y Santa Fe son algunas de las provincias afectadas por el corte en el suministro de GNC en las estaciones de servicio, según registraron varios medios locales. Por su parte Ecogas ordenó a las expendedoras de GNC de Córdoba restringir de forma inmediata el suministro hasta nuevo aviso. La instrucción a los estacioneros llegó vía mail este martes cerca de las 19 y hasta el momento la medida persiste.

La falta de gas se extendió a grandes industrias ubicadas en el norte de la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Según informó el sitio especializado en temas energéticos EconoJournal, Enarsa compró el fin de semana “de urgencia” un cargamento de GNL a Petrobras que debía empezar a regasificar hoy. Pero la operación no llegó a concretarse, la empresa brasileña impugnó la carta de crédito con la que debía pagarse el combustible y no autorizó la descarga del GNL en la terminal regasificadora de Escobar. En simultáneo, TGN sufrió un problema técnico en dos plantas compresoras. A raíz de la situación, el Enargas convocó a un comité de emergencia para cortarle el gas a las mayores 100 industrias del país“ ubicadas en las provincias mencionadas, explicó el portal.El origen del problema fue que Enarsa “no pudo documentar” un pago de USD 22 millones que debía girar este martes para que un buque cargado de GNL empiece a inyectar hoy el fluido en la terminal regasificadora de Escobar. “El corte de gas alcanza a todas las grandes industrias de la región del Gran Rosario, que cubre el sur de Santa Fe y se extiende hacia el norte de Buenos Aires, y también a las de Córdoba, que debieron frenar a cero su consumo de gas natural para intentar preservar la integridad del sistema de gasoductos, que opera al límite de su capacidad”, amplió EconoJournal.

Otra situación donde la improvisación del gobierno quedó al descubierto y costará dinero, mucho dinero.

Además de todo, caro.

El gas importado vale tres veces más que el que se produce en Vaca Muerta. Incluso un poco más, porque ante la caída de la actividad industrial, las fábricas ofrecen su excedente gasífero en el mercado spot a un precio aún menor. Pero el gobierno no lográ capitalizar un recurso en abundancia porque frenó la construcción de las plantas compresoras que duplican la capacidad del gasoducto de Vaca Muerta, que hizo el pasado gobierno. De hecho, no avanzó con ninguna de las obras para incluso exportar el gas, como el reversal del norte.

El impacto en el balance de pagos es fuerte. Se calcula en USD 3200 millones. La cifra supera al próximo vencimiento con el FMI, y equivale a 10 veces el nivel de reservas netas en el Banco Central, la improvisación te deja sin gas y plata.