El Gobierno nacional autorizó un nuevo aumento en las tarifas de energía que impactará sobre todo en usuarios de ingresos medios y bajos, pero que también conllevará una suba en los ingresos altos, comercios, industrias y clubes, que ya vienen golpeados por el incremento de febrero pasado. La medida, que fue oficializada en el Boletín Oficial, generó aún más preocupación en el sector comercial e industrial que enfrenta una crisis sostenida en sus ventas sumado al alza de costos. Este segmento pasará a pagar un 28,9% por el precio de la energía, pero esto se suma al aumento del 117% al 401% que sufrieron en el segundo mes del año, en un contexto de derrumbe de consumo desde que el gobierno de Javier Milei está en el poder.

Según la consultora especializada OCIPEx, los ingresos altos, comercios, industrias, escuelas y hospitales pasarán a pagar un 28,9% más por el precio de la energía desde este mes, una suba que se agrega al aumento del 117% al 401% que sufrieron estos usuarios en febrero sobre el mismo componente. Dicho centro de estudios indagó en el debate sobre si se paga “mucho o poco” por la energía en nuestro país y mostró que “el 67,8% de la electricidad que tiene contratada el gobierno es producto de los contratos que se firmaron entre 2016 y 2019 con rentabilidad en dólares del 85% al 95%”, esto implica que “con una devaluación del 118% como la de diciembre se necesitan cada vez más pesos para pagar los contratos en dólares”. Para los economistas, esto explica “a dónde va la plata del tarifazo a las y los argentinos”.

Al respecto, las ventas minoristas pymes retrocedieron 7,3% interanual en mayo, a precios constantes, y acumulan una caída de 16,2% en los primeros cinco meses del año. La falta de ventas fue el principal reclamo de la mayoría de los comercios relevados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) al tiempo que también se mencionó los altos costos logísticos. 

De acuerdo con datos de la consultora Economía y Energía, durante el primer cuatrimestre de 2024 la demanda total de energía eléctrica registró una caída de todos los segmentos (-1,7 TWh con relación al año previo, de los cuales 0,9 TWh corresponden a la caída de la demanda residencial). Tanto en la demanda comercial como en la industrial, “se verifican contracciones interanuales durante los primeros meses del año, lo cual puede vincularse a la caída en el nivel de actividad económica”. En el caso puntual de la demanda comercial, se ubicó en el mismo valor que el primer cuatrimestre de 2018, mientras que la demanda industrial volvió a mostrar una contracción interanual y resultó similar a la del año 2019.