«¿Se acuerda presidente cuando el 10 de diciembre en el acto de asunción le dije que usted tenía demasiados prejuicios y que cuando se sentara en el sillón de Rivadavia se le iban a ir uno por uno? Bueno… bienvenido a la Argentina», empieza Cristina Fernández de Kirchner la comunicación que dio a conocer por sus redes sociales después de que el Gobierno anunciara sus nuevas medidas para contener los dólares blue y financieros.
La ex presidenta prefirió no recurrir a los análisis más técnicos de los especialistas y tradujo a un lenguaje más accesible el nuevo intento oficial para salir de la encerrona en que él mismo se colocó. «Deje de volver locos a sus seguidores liberales libertarios que están haciendo análisis interpretativos esotéricos y dígales la verdad de la milanesa: que va a UTILIZAR LAS RESERVAS DEL BCRA para INTERVENIR EN EL MERCADO 😱 de dólares financieros, porque la brecha con el dólar oficial se le está yendo a la… usted ya sabe. Y esto finalmente le impacta en los precios», resumió Cristina Kirchner la iniciativa oficial, que no perdió la oportunidad de insistir con su visión sobre las verdaderas causas de la crisis económica: la escasez de divisas:
«Se da cuenta ahora que por más superávit fiscal que tenga (aunque sea trucho e insostenible) el problema central de la Argentina y su economía bi-monetaria, con hiper endeudamiento en moneda dura, es la escasez de dólares.»
En base a esa interpretación de lo que está ocurriendo, volvió a convocar a un gran acuerdo multipartidario que permita superar el bimonetarismo crónico de la economía argentina.
«No pierda más tiempo organizando actos de Billiken sobre la cuadratura del círculo, piense que lo han elegido por cuatro años y tiene la oportunidad de convocar a las distintas fuerzas políticas y sectores sociales a discutir en serio el destino de nuestro país. Aunque no le den el premio Nobel, vale la pena intentarlo… y la historia seguro se lo reconocerá», propuso para cerrar su comentario.
Para acompañar su comunicado, Cristina Kirchner publicó los tuits donde Luis Caputo y Javier Milei resumían sus nuevas iniciativas y, sobre todo, dejaban al descubierto la desesperación y el desconcierto que los embarga.