En medio de la crisis en el Hospital Garrahan y tras la toma del Laura Bonaparte, para el Gobierno «no tiene lógica» que haya hospitales dependientes del Ejecutivo nacional.
Al ser consultado sobre el caso puntual del Hospital Garrahan, que tuvo esta semana dos paros de 24 horas de trabajadores en reclamo de mayor salario, el ministro omitió referirse al conflicto y planteó que su gestión debería «estar en manos de las provincias». «Es un hospital importante para el país, porque marca una política nacional y habrá que ver cuál es la mejor forma para administrarlo», evaluó contradiciendo su postura inicial.
El Ejecutivo trabaja en un plan para traspasar los centros de salud que dependen de Nación. Esta iniciativa trascendió en medio del conflicto por el hospital de salud mental Laura Bonaparte, que estuvo tomado varios días por sus trabajadores luego de que el Gobierno anunciara su cierre, lo que finalmente no ocurrió.